Si algo es seña de identidad de Los Naranjos son sus magníficas instalaciones y el trato exquisito que se respira en él. Desde su casa club hasta los vestuarios, gimnasio o zona de prácticas, todo posee el encanto de los club de golf más selectos y reputados de la Costa del Sol. Su historia se escribe con letras de oro por haber nacido como lugar de reunión de la fastuosa Marbella de los años 70 y hoy sigue siendo parte el circuito más aristocrático del golf mundial.
Desde que entras por la puerta de los Naranjos Golf se percibe el lujo tradicional y arraigado a la ciudad de Marbella. Su parking, a escasos metros de la casa club, sin escaleras ni rampas, facilita la máxima comodidad tanto a la hora de llegar como para abandonar el club y es un privilegio muy apreciado por sus selectos visitantes. Quienes te reciben lo hacen con una atención esmerada y personalizada con el fin de de hacerte sentir especial. Su manejo de los idiomas y su exquisito trato están a la altura de los clientes más exigentes.
Los Naranjos Golf nacía en el momento de la máxima explosión de la Marbella de las fastuosas fiestas reunión de la jet set mundial. Robert Trent Jones convivía mientras lo diseñaba con Gunilla, Alfonso de Hohenlohe, Lita Trujillo o Jaime de Mora y Aragón, cuyas residencias habituales se encontraban en la ciudad. Además, durante el verano era habitual encontrarse en las glamorosas celebraciones con Liz Taylor, Brigitte Bardot, Joan Collins, Liza Minelli, María Callas, Grace Kelly y el Príncipe Rainiero. Sean Connery era otro de los famosos internacionales a los que se le antojó una mansión allí para festejar sus cumpleaños y disfrutar de los campos de golf. Hoy es Antonio Banderas quien, cada año celebra su aniversario en su casa de la playa, donde reúne a lo más granado del panorama musical y cinematográfico actual, además de ser uno de los creadores, junto a Eva Longoria, de Starlite. Este festival musical reúne cada verano a famosos llegados de todas partes de mundo. Sin duda, Marbella sigue estando en la cumbre del glamour. Sigue compitiendo y compartiendo distinguidos visitantes con Montecarlo, Porto Cervo o Saint-Tropez.
La discreción y el buena hacer del club impiden hoy facilitar nombres, pero este club, por su carácter aristocrático es un excelente lugar de encuentro para los nombres más selectos que practican el golf.